Mario Alberto Galván Reyes[i].
Resumen – Abstract
El siguiente artículo propone un análisis de la pieza escénica multimedia Hipervínculos: cuatro respiraderos para tiempos anómalos (2022), de Murmurante Teatro, desde algunos fundamentos teóricos de la antropología del arte para apreciar sus procesos creativos y entender el conocimiento que produce en el contexto global de la pandemia, las prácticas tecnoviviales y la resiliencia de los espacios escénicos independientes en Yucatán, México.
Palabras clave: antropología del arte, tecnovivio, resiliencia, hipermedialidad, pandemia, teatro posdramático, documental, dialogicidad.
Introducción
Murmurante Teatro es una compañía escénica independiente radicada en Mérida, Yucatán, México, que trabaja de manera interdisciplinaria el teatro social, el posdrama y el cine documental, apoyándose en otras áreas del conocimiento como las artes visuales, la psicología, la sociología, el derecho, el trabajo social, los estudios de género, e incluso, la criminalística.
Su marcada inclinación hacia el experimento con nuevas tecnologías y los laboratorios de procesos sociales les permitió sortear las complicaciones técnicas y la distancia física que se había impuesto ante sus miembros durante la pandemia por Covid-19. Esa búsqueda de la escena en la virtualidad resultó en una pieza escénica tecnovivial que dialoga con otras propuestas teatrales surgidas en pandemia.
Como parte de ese espíritu interdisciplinario que distingue a su producción, haré un análisis a partir de algunos de los conceptos más importantes de la antropología del arte, desde las propuestas teóricas de Alfred Gell, Víctor Turner, Patricia Tovar y Aby Warburg, que a su vez se cruzan con las ideas filosóficas de Franco ‘Bifo’ Berardi.
La experiencia vivencial como punto de partida de análisis
Para una descripción más vívida (y como parte del nuevo enfoque etnográfico de la antropología del arte) partiré por compartir mi propia experiencia como actor y co-creador de la pieza Hipervínculos, cuatro respiraderos para tiempos anómalos[1].
Al declararse el confinamiento social como medida de precaución para combatir la pandemia por Covid-19, algunos grupos teatrales de México fueron considerados dentro del programa federal “Espacios escénicos en resiliencia” para dotarlos con una cantidad económica que les permitiese crear una pieza teatral digital, dispuesta a compartirse de manera online.
Ariadna Medina, directora de Murmurante Teatro, nos convocó a mí y a otros tres actores, a un realizador audiovisual y a un dramaturgo para iniciar un laboratorio que derivase en el proceso creativo de la pieza que estaríamos por realizar. Mientras algunos miembros de la comunidad teatral se daban golpes de pecho por la incapacidad de reunirse presencialmente ante un público en un edificio teatral, a mí me pareció interesante trabajar con herramientas digitales y el nuevo contexto global. No obstante, los protocolos sanitarios también me pusieron en tensiones familiares al permitir ingresar a nuestro domicilio a un equipo de producción audiovisual que registrase la intimidad del hogar. La compañía tiene un concepto de actor-creador autogestivo, que construye su propio relato con sus propios recursos documentales. Anteriormente yo ya había participado en otra obra de teatro documental de la compañía, y ahí viví toda la metodología que los distingue para generar piezas de teatro “posdramático”.
Cuando apareció la pandemia y se dio el confinamiento observé cómo la comunidad teatral se vio en jaque. Muchas discusiones se tornaron hacia la pregunta de si el teatro podría existir dentro de la virtualidad, apoyándose del vídeo y los medios digitales. Debido a mi formación y mi contacto con la cinematografía, la sociología y la antropología del arte, incluso como docente universitario de asignaturas como Arte y tecnología, me pareció natural esta naciente hibridación entre medios. Fueron meses de reuniones virtuales en plataformas de videollamadas, del descubrimiento del Google drive o ‘la nube’ como una herramienta vital para compartir materiales de creación. El exceso de juntas virtuales fue cansado y estresante, ya que parecíamos estar en un tiempo suspendido: no había horarios fijos. El tiempo libre y el tiempo laboral se desdibujaron, pero la incertidumbre laboral me impulsó a ceder y asumir riesgos, pues enseñar mi espacio personal (el único lugar desde el cual se podían generar las escenas o ‘cuadros) también lo era. Desde luego, había una motivación artística que la precedía. Gracias a lecturas como Sopa de Wuhan (Borri, 2020) pude entender mejor los cambios que estábamos por experimentar en lo social y lo personal, así que no había mejor manera de enfrentar la “nueva normalidad”, o la complejidad de lo real que a través de un laboratorio escénico a distancia. Afectar a los otros y dejarse afectar por la situación personal fue un apoyo importante para sobrellevar el estrés y la incertidumbre de la situación. En ese sentido, cuando uno de los actores enfermó de Covid, de pronto la realidad me sacudió súbitamente y sentí la gravedad de lo real.
Imagen 1: Póster promocional de la pieza.
Imagen 2: Capturas de pantalla de la pieza audiovisual.
El concepto de Agencia para entender el nexo social del arte
La antropología del arte es una disciplina que estudia la capacidad de los objetos con atributos estéticos para influir en el universo simbólico del ser humano. Estudia, a su vez, los procesos de producción, función, consumo, circulación y recepción del fenómeno artístico. No obstante, su principal objeto de estudio responde a la pregunta ¿cuál es el conocimiento que el arte genera dentro de una comunidad?
Este análisis parte de la necesidad de comprender los roles de participación, los vínculos cooperativos, las condiciones de producción, las formas de distribución y exhibición de la pieza Hipervínculos: cuatro respiraderos para tiempos anómalos, de Murmurante Teatro.
Hipervínculos plantea el testimonio de dos actores (Roberto Franco y Mario Galván) y dos actrices (Ariadna Medina y Patty Pérez) de distintas edades, residentes en diferentes colonias de la ciudad de Mérida, quienes narran mediante herramientas multimedia su proceso de asimilación del confinamiento dictado como medida sanitaria ante la pandemia por COVID-19. Para entender el sentido de esta pieza, se propone el concepto de la agencia social del arte, el cual permite apreciar las intenciones del autor y medir el ‘impacto’ o las consecuencias que genera su producto artístico en la comunidad. Es decir, la obra no solo es un residuo del impulso expresivo de un artista, sino que trae consigo una intención discursiva para transmitir un mensaje común a los códigos de los espectadores, acerca de temas de trascendencia social, principalmente las violencias que se gestan en las distintas estructuras sociales y las maneras en las que construimos nuestros aparatos afectivos durante la pandemia y el confinamiento.
Conforme analizaba la situación global, podía sentir la violencia con la cambiaba el contexto.
Mi referente de los estudios de la antropología del arte, la doctora Patricia Tovar dice que la pieza artística genera su propia vida transaccional, como lo propone Gell. “En ese sentido, la intención, el hacer artístico se integra a una red de relaciones, a un entorno social, político, económico. La pieza artística afecta y entra en relación con los espectadores” (Tovar, 2022, comunicación personal). En sus piezas anteriores, Murmurante Teatro habla de una visión ‘glocal’, donde los acontecimientos globales influyen en lo local (pequeñas comunidades), y viceversa. Su público meta han sido grupos focalizados, como policías municipales, mujeres de una colonia marginada de la ciudad de Mérida, personas con familiares con antecedentes suicidas, adultos mayores que vivieron el esplendor de una extinta embotelladora, adolescentes de secundarias públicas, etcétera. Hoy en día, Internet nos reúne globalmente para compartir imaginarios simbólicos. Entonces, la existencia de la vida social se ha tornado hacia las plataformas digitales hiperconectadas. A ese público estuvo dirigida la pieza: al espectador que sigue sus redes sociales virtuales durante la pandemia.
El arte es un sistema de valores relativos según cada sociedad, es por eso que autores como Alfred Gell proponen un cruce con la semiótica para extraer un concepto que permita estudiar la capacidad simbólica de los objetos, más allá de su adscripción a un circuito denominado “mundo del arte”. Según Alfred Gell (2016), el índice es un signo natural, entidad de la que el observador realiza una inferencia causal de algún tipo. Esa inferencia puede leerse en su carácter semiótico como “semiosis” (interpretación de signos), o bien, como “abducción” (adivinación a partir de la intuición). Más adelante desarrollaré cómo el índice se convierte en un objeto de arte que contiene y despliega la agencia social de un autor.
Tras año y medio de proceso creativo, Hipervínculos fue estrenada de manera online, pública y gratuita a través de la fanpage de la compañía Murmurante Teatro el 25 de septiembre de 2021 a las 11:00 horas en el festival “Intersección, especialidad y memoria” de Bünker-Locus. La transmisión en vivo fue sintonizada por 200 personas de todo el mundo. Tuvo 259 reproducciones, 38 “me gusta” y 16 comentarios. Meses previos a la función se ofreció una transmisión con el vídeo del work in progress[2] en el marco del Programa federal “Contigo en la distancia: cultura desde casa”.
Para entender la agencia social de la compañía, cabe analizar brevemente su trayectoria. Actualmente la compañía desarrolla un laboratorio de procesos sociales con mujeres vecinas de una colonia de Mérida. Anteriormente, cabe destacar los logros como el Premio a la Cultura Ciudadana que otorga el Ayuntamiento de Mérida, y más recientemente su inclusión en el catálogo de Arte Útil[3], proyecto de la artista-investigadora Tania Bruguera.
Este presente permite apreciar las intenciones de la compañía: no solo generar un espectáculo escénico para el público asiduo al teatro, sino penetrar en distintas capas de la realidad mediante la generación de diálogos sobre temas de actualidad y la experimentación con nuevos códigos que enriquezcan su lenguaje escénico.
Para entender el despliegue de la agencia, también debemos preguntarnos qué dice el índice sobre la identidad, la imagen y el territorio. Al ver la pieza escénica, los rasgos compartidos por los actores son el confinamiento y la apertura para compartir su testimonio de vida. El territorio se desdibuja y queda enmarcado entonces por la experiencia de la virtualidad.
De acuerdo con Gell (en Patricia Tovar, 2022, comunicación personal), el índice es activo, ejerce una agencia, una capacidad de afectación, una capacidad de ser acción y desencadenar acciones, que al ser agente secundario, moviliza una intencionalidad, cuestionamientos, desafíos, propuestas (Tovar, 2022, comunicación personal). Gell planteaba que, en el caso de lo teatral, el propio actor es el índice, el agente primario es el dramaturgo o autor de la pieza escénica. También planteaba que el índice frecuentemente cautiva a sus destinatarios o públicos. Aquí podríamos preguntarnos cómo sucede la cautivación en los entornos digitales, lo que intentaremos responder en los apartados próximos.
Imagen 3: Diagrama conceptual sobre la pieza Hipervínculos, para explicar su nexo social del arte. Creación personal.
Un apunte crítico a propósito del nexo social del arte es que en el arte contemporáneo existe una desigualdad de poder del artista frente al observador, y eso es lo que Murmurante busca combatir: el ‘mundo del arte’ aparece como un campo semántico o un sistema de signos apreciables solo para quienes han sido educados para ello. De ahí cierto carácter elitista que obedece también a principios económicos de exclusividad e inflación de las piezas artísticas.
No obstante, para dimensionar aún más la agencia que despliega esta pieza debemos analizar sus múltiples índices y acercarnos al concepto de resiliencia.
[1]Murmurante Teatro (Yucatán, México 2022). Dirección y Producción: Ariadna Medina* (Creadora escénica con trayectoria del FONCA 2019) / Creación: Ariadna Medina, Roberto Franco, Mario Galván, Patty Pérez / Dramaturgia: Noé Morales Muñoz sobre textos de Murmurante Teatro / Asesoría: Juan de Dios Rath / Grabación audiovisual: Víctor Rejón / Montaje y Edición audiovisual: David Avilés, Víctor Rejón y Mario Galván / Diseño de animación: José Luis Alanís / Asistencia de Producción: María José Pool / Bünker–Locus: Abordaje conceptual y metodologías de trabajo: Auda Caraza y Luis Conde / Procesos creativos en TCRV Teatro de creación remota en vivo: Héctor Cruz / Stage Manager: Marialuisa Erreguerena.
[2] Work in progress es un término popular hoy en día en los procesos artísticos. Se refiere a una muestra del avance de la obra, presentado en diferentes soportes: ya sea como una presentación performativa, o en el caso de Hipervínculos, como un vídeo documental.
[3] Arte Útil es un proyecto de la artista e investigadora cubana Tania Bruguera. El catálogo está disponible en la siguiente página web, consultada el 24 de enero de 2022: http://www.taniabruguera.com/cms/528-1-Introduccin+acerca+del+Arte+til.htm