Daniela Aguirre Torres
Los aislamientos involuntarios y el distanciamiento físico, resultado de las crisis político-sociales y sanitarias en nuestros territorios, se constituyen en catalizadores de la imaginación entrelazados a nuestra percepción del mundo. Una oportunidad para explorar las posibilidades artísticas inter y transdiciplinarias. Para Luhmann “la función del arte es hacer que el mundo aparezca dentro del mundo” (Luhmann, 2000: 149), es decir, que el arte es un testigo de lo que es visible e invisible en este mundo.
Este es el caso de “Invisible”, un corto animado de cinco minutos, en el cual se intersectan elementos de la naturaleza subestimados o imperceptibles, aspectos culturales que conviven con estos elementos, y el arte en tanto expresión de ese conjunto.
Desde el abordaje enactivo de Varela, la realidad depende del sujeto que percibe; el mundo o la realidad no es un hecho, “es algo donde sujeto y objeto, observador y observado se implican, se delinean, se condensan y se diluyen permanentemente” (Varela citado en Vásquez, 2015). En este sentido, el proceso de edición, montaje y animación de una serie de dibujos que realicé en diferentes momentos y para distintos fines, así como registros y re-creación de efectos sonoros de la naturaleza, fueron fundamentalmente enactivos.
Teorizar “Invisible” fue complicado, porque el proceso de partida fue la producción audiovisual con un objetivo claro: dar agencia, en palabras de Gell (1998), a un mundo micro que hace al mundo macro, a través de la narración de imágenes y sonidos. En esta búsqueda teórica para explicar el significado del corto animado, encontré el concepto de “carne” de Merleau-Ponty, una contribución fenomenológica para una filosofía de la naturaleza, que apunta a superar la tradición biológica mecanicista de la ecología respecto a la relación entre sujeto humano y ambiente.
En palabras del autor “la noción esencial de esta filosofía es la carne, no el cuerpo objetivo ni el cuerpo pensado por el alma, [sino] lo sensible en el sentido de aquello que es sentido y de aquel que siente” (Merleau-Ponty, 2007 citado en Moura Carvalho y Steil, 2018: 108). Así, el concepto carne constituye el eslabón común entre lo humano que siente y el mundo sensible, es la trascendencia del sujeto en el mundo.
Esta proposición contribuye a la superación de la posición antropocéntrica y de la posición biocéntrica, en tanto se refiere al entrelazamiento denso y extensivo entre esos dos polos como una misma carne, a la vez que reconoce que no son idénticos en su proceso de autoconciencia. La carne que piensa en el ser humano no piensa del mismo modo en los otros seres que sienten. Esta posición evita la fusión o disolución de la particularidad humana en el bios del mundo y la arrogancia humana que se sitúa fuera del mundo (Moura Carvalho y Steil, 2018).
Para Moura Carvalho y Steil, el concepto de carne de Merleau-Ponty, “al mismo tiempo en que establece una continuidad entre el cuerpo humano y la carne del mundo, también mantiene la alteridad entre estos polos como constitutiva de la experiencia, que se revela tanto a través de la vía ecológica del encuentro del sujeto humano con la naturaleza como en la propia intimidad del sujeto humano en la vivencia de lo sagrado” (Moura Carvalho y Steil, 2918: 109).
Por tanto, “Invisible” representa a través del arte, la carne de esa experiencia humana en el encuentro con lo micro de la naturaleza, que para muchos pueblos indígenas, implica la vivencia de lo sagrado, sea como Pachamama, como guardianes del monte o como espíritus de naturaleza.
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Referencias
Gell, Alfred (2016). Arte y agencia. Una teoría antropológica. Buenos Aires: Sb Editoral.
Luhmann, Niklas (2000). Arte como Sistema Social. Stanford: Stanford University Press.
Moura Carvalho de, Isabel y Carlos Steil (2018). Diálogos con Tim Ingold. Diferentes aportes en el ámbito de la antropología fenomenológica. En: Semiótica ambiental, numero 39, pp. 101-124.
Vásquez Rocca, Adolfo (2015). “Francisco Varela: neurofenomenología, enfoque enactivo de la cognición, mentes sin yo y el uso elusivo fenómeno de la conciencia” En: Revista Observaciones Filosóficas, número 20.