Vanesa Plaza
#UMBRALCAMINO
Cuestionar es trascender: Umbral
Como una línea es un conjunto de puntos, un camino es una agrupación de umbrales.
El camino es un umbral, que cruzamos con pasos presentes.
Es a la vez pregunta y respuesta, incertidumbre, asombro y certeza.
Es un vórtice del tiempo, que nos mueve desde un pasado hacia un futuro o viceversa,
creando nuestro cuerpo-presente.
Un viaje de ida y vuelta a la idea de entendimiento,
a la sutil diferencia
entre sueño y razón,
entre mundo y cuerpo.
#PODERUMBRAL
La recuperación del propio poder en el umbral
Los umbrales son momentos para repensarnos, sentirnos, habitarnos y proyectarnos, hacia nosotros mismos y hacia los demás.
Un umbral es un arco en que, como en un espejo, nuestro cuerpo y mente se abre al propio reflejo. Es una oportunidad para conocerse y re-conocerse, pero a la vez para abrirse al flujo de un diálogo con el espacio, con los demás, los nos-otros, con el entramado de redes y relaciones que nos entreteje.
También hay que reconocer que esa polifonía dialógica no necesariamente nos obliga a una posición honesta, también puede aspirar a una simulación, a una represión, a un cambio no deseado, a una determinación limitante.
Un umbral es un momento de momentos, es una zona límite, una zona de transición, de, si se quiere, transformación o afirmación, que abre incluso la posibilidad a la petrificación, a la renuncia, a la entrega al espacio y al dominio común.
Un umbral tiene tanto la energía de la elección y la voluntad, como a la vez la de la resistencia.
Aunque haya dolor, constreñimiento u obligación, es una elección.
Como dice el viejo adagio, “el veneno está en la dosis”.
Reacciones y violencias del umbral
Del lado de la resistencia, el momento de cruzar un umbral es, de alguna manera, también una reacción. Es un mirarse-mirando, un dentro y afuera que guarda una cierta delicadeza pasiva, la cual, si es activa, es sutil y cuidadosa.
Hay personas y acciones que provocan la violencia de no respetar umbrales.
¿Te has fijado qué violento es cuando alguien entra a un espacio y no saluda? ¿O entra sin tocar a un espacio con puerta cerrada, o vociferando?
También hay vulneraciones y transgresiones de los umbrales cuando hay una violación, cuando la tortura es ejercida sobre alguien, sobre un cuerpo físico, energético, espiritual.
También en la segregación y la exclusión social hay una negación a otro del traspaso de un umbral, una apropiación ilegítima de umbrales que son colectivos, y deberían ser abiertos, compartidos.
Entonces los umbrales son espacios de respeto, de reflexión, donde somos uno y todos a la vez. De vulnerabilidad y voluntad. Sea acaso nuestro cuerpo un umbral, somos nosotros los humanos acaso umbrales de redes y percepciones, acciones y acciones.
Somos quizá espacio que se apodera de una consciencia.
Habitemos ese espacio, recuperemos ese poder.
#CUERPOUMBRAL
Cuerpo espíritu, cuerpo energía, cuerpo materia
Cada mañana, el cuerpo explora las texturas, cada mañana, la mente está clara y las ideas fluyen.
El tiempo no importa y todo está en su lugar.
Va llegando la vigilia, se asoma un umbral de sombra; la mente se oscurece, se nubla; el tiempo se confunde, se comprime.
Ya nada está claro, el reloj empieza a correr.
Volvemos a nuestro cuerpo umbral, donde transitamos del sueño a la vigilia, hacia la vida, hacia la muerte, a través de un tejido de pasiones, de dolor y de placer.
Nuestro cuerpo umbral, que nos lleva desde el vigor a la enfermedad y luego de vuelta a la efervescencia del festejo; a la incertidumbre o la plenitud de la calma.
Tu cuerpo: espíritu y vehículo de
CAMBIO
Un umbral para caminar hacia un nuevo espacio, con nuevos límites, nuevos horizontes y posibilidades. Abandonar los límites actuales y reforjarlos, remoldearlos, rehacerlos con tus manos, colores, huellas.
EVOLUCIÓN
Dar un paso más allá, aplicar conocimiento, compartirlo, generarlo y regenerarlo. Mutar, madurar, estar más presentes, ampliar la mirada, enfocar la voluntad y acostumbrarnos a ser acción colectiva y solidaria.
FLORECIMIENTO
Promover, facilitar y nutrir como la luz del sol, el fluir oportuno del agua y la firmeza de la tierra, el nacimiento de esos nuevos espacios, la dotación de nuevas simbologías y sentidos, los nuevos reflejos de la identidad de identidades que queremos ver en el espejo nuestras comunidades y territorios.
El futuro es un umbral que cruzamos con pasos presentes. No se espera, se construye, se camina. Es un curso de multiplicación de umbrales.
Articúlate, dialógate, aprópiate y agénciate, transfórmate en tu propio umbral.