Irantzu Fernández
Durante el Diplomado[1], comprendí que la Antropología del arte no solo se trata de un área de conocimiento, sino que también es un impulso transformador de los procesos etnográficos, donde la etnografía artística está presente. Por ello, este proyecto, ha pasado de ser un análisis en torno al tatuaje y al cuerpo, a ser una experimentación en la escritura etnográfica.
Se presentan dos índices, uno material y el otro digital. El primero es en formato digital, que me permite poder circular el trabajo, donde la conexión entre las voces de las derivas corporales y de la teoría se cruza a través de notas al final de texto, donde la persona lectora puede optar a leerlas o no.
El índice material es la pieza que se presenta como trabajo final, donde el juego con la persona lectora se convierte en real. Al igual que el digital consta de un poema al inicio y al final, y de propuesta de metodológica a modo de comic. Combina un juego entre las voces y la teoría. Se esconde detrás de cada voz otra voz, mediante una pieza con una lana de la que se puede tirar y aparece la voz teórica, predominando así la voz de la vivencia. La persona lectora puede elegir y construir su propia lectura de la etnografía, incluso reorganizar la lectura de las piezas con aportaciones teóricas (en el formato digital estas aparecen de modo nota final).
El objetivo principal de este proyecto es transformar la escritura etnográfica, creando diálogos intertextuales e igualitarios entre todas las voces, intentando superar las jerarquías académicas entre los expertos y las personas sujetas de la investigación. Se ha puesto en primer plano las voces de las personas, y en un segundo la de los textos teóricos Asimismo, se han intentado experimentar e he incorporado a la etnografía otras formas textuales: dibujos y poemas propios. Se ha alterado el orden clásico de la etnografía de primero la teoría y después el análisis. Finalmente, se ha creado un juego con la persona lectora con el objetivo de que pueda construir su lectura de una manera agente.
En lo que al proceso artístico se refiere, destacaría dos momentos. El primero es los encuentros con las personas que han dado voz a la etnografía. Han sido encuentros cálidos, donde hemos intercambiado visiones y vivencias, e ideas para llevar a cabo el proyecto. Encuentro fueron grabadas las voces, para poder recuperarlas de manera literal en el texto. El segundo momento ha sido un proceso más ligado a la creación, donde se ha pensado en estrategias para transformar la etnografía desde las aportaciones de la escritura performativa, y donde se ha llevado a cabo el proyecto en sí.
Para poder cerrar el proceso, se han creado dos índices que se les ha entregado a las personas que han hecho posible su creación, a las dos sujetas de las derivas corporales. Estas se han mostrado muy agradecidas y me han agradecido haberles llegado otras formas de pensar y de mirar sus tatuajes y sus cuerpos. Ha sido un proceso muy enriquecedor.
[1] Cursé el Diplomado en Antropología del arte, modalidad a distancia en LATIR, en el 2020, www.latir.com.mx.
Da clic en el menú para ver el documento en pantalla completa