Creadora Diana Barragán una Carishina en bici, artista –
feminista, desde la mitad del Mundo, Quito – Ecuador.
Senti- pedalear
Pies, pies, pies que se atreven a desestabilizarse, zapatillas que se agarran del suelo, se tambalean, se tropiezan, se enredan entre pedales y ruedas de bicicleta. Insisten temerosamente en despegarse del piso, confiando en ese equilibrio desconocido, pero exquisitamente potente.
Las piernas tiemblan, mientras que las caderas junto a los isquiones y la pelvis reposan en un sillín, desde ahí comandan con total adrenalina la nueva aventura. Cuerpos que persisten una y otra vez para encontrarse en el presente desafiante de aprender a manejar la bicicleta por primera vez.
Muchas y diversas mujeres logran levantar los pies al pedalear, así como levantan sus voces para construir vidas justas, alegres y más plenas.
Pedagogías desde mujeres
Aprender algo nuevo conlleva desaprender, lanzarse a caminos para desmecanizar, tanto el cuerpo, como las ideas, implica una decisión que se hace acción y otorga un autoconocimiento de nuevas versiones de nosotras mismas, las que nos constituyen. Como mujeres el aprendizaje de algo nuevo y el autoconocimiento dan lugar a la emancipación individual y colectiva para seguir multiplicando acciones que permitan desmitificar los límites y tabús asignados a nuestros cuerpos.
Manejar bicicleta implica un proceso. Cada mujer tiene sus motivaciones para iniciar esta aventura, entre las cuales mayoritariamente señalan que en la infancia no tuvieron acceso a la bicicleta, lo que conllevó a que no sepan manejarla; y ahora, siendo adultas se atrevan a cumplir ese deseo. Entonces, la bicicleta constituye una herramienta totalmente potente para desconfigurar imposiciones respecto a lo que la mujer supuestamente puede o no puede hacer.
Acompañarse en esta experiencia pedagógica desde mujeres para mujeres es una posición política. Mediante la escuela “Muévete en Bici”, proyecto de la colectiva “Carishina en Bici”, se apuesta por transformaciones colectivas para mujeres y disidencias. Aquí, el uso de la bicicleta como medio de transporte y recreativo atraviesa la materialidad al ocupar el espacio público de múltiples formas y al crear otros significantes con respecto a las mujeres en bicicleta.
Entrelazamiento cuerpo -bicicleta
El proceso para conocer la bicicleta y pedalear inicia con la identificación de cada parte de esta herramienta para conocer su uso. Este acercamiento inicial le permite a la estudiante conceptualizar este conocimiento técnico aún de manera difusa, lo que se va aclarando con la práctica.
Activar el centro de nuestro cuerpo para despertar un equilibrio completamente desconocido que habita desde las caderas, el abdomen y nuestro gran útero, ubicar las piernas y pies fuertemente para realizar una serie de ejercicios permitirán posteriormente dar los primeros pedaleos. Ciclear por primera vez es una nueva forma de movilizarte, es como volver a aprender a caminar, en donde el cuerpo se relaciona con la bicicleta.
La vinculación de la bicicleta con el cuerpo de cada mujer es una conjunción única. Los cuerpos van adquiriendo seguridad, libertad y desarrollan destrezas que permiten habitarlos desde la irrupción de movilizarse por sí mismos, a distintas velocidades, hacia distintos puntos de la ciudad y marcar un camino propio.
Reconocer una corporalidad distinta implica ubicar un antes y después de aprender a manejar bicicleta, lo que llevo a plantear reflexiones a través de inquietudes; ¿Qué cambios reconoces a partir de este aprendizaje? ¿Cómo te sientes al encontrar esta forma de equilibrio desde la bicicleta?, entre otras preguntas. Esto permitió visibilizar que este proceso es complejo, implica un desequilibrio antes de encontrar un nuevo equilibrio, reconciliarte con los miedos, expulsar ideas que limitan y ejercer tu autocuidado.
Así, gracias a este proceso de enseñanza – aprendizaje entre las instructoras de ciclismo urbano y las mujeres estudiantes, nos permitimos activar otra posibilidad de habitar el cuerpo a través de pedalear. Encausadas a reescribir otras memorias corporales desde una agencia propia, que fortalece la confianza, seguridad y creatividad, para reexistir, resistir y vivir dignamente.
“La alegría entre las piernas”
Carishina en Bici