por Equipo Editorial

CARTOGRAFÍAS POÉTICAS

DRA. PATRICIA TOVAR

 

Nuestras trayectorias están enlazadas a los lugares, los atraviesan y a la vez los generan. Nuestras memorias están enlazadas a nuestros cuerpos, nuestras historias narran deseos, sucesos y devenires. Nuestra existencia es un movimiento continuo en relación a otras existencias humanas y no humanas, orgánicas y artefactuales. Somos caminantes y navegantes, vamos entre territorios, mares y sueños, tejiendo una red multidimensional que forma paisajes posibles de ser mapeados.

La cartografía parte de la idea de que todas las relaciones que generamos están situadas y ocurren en un contexto temporal y espacial que puede ser trasladado a una representación cartográfica. La cartografía propone inducciones a partir de informaciones contenidas de manera puntual en el mapa. El cartógrafo analiza y define la clasificación de los datos en relación a énfasis, objetivos y atributos específicos que se desea comunicar.

La cartografía trasladada al ámbito social y participativo, se propone como una metodología que puede integrar la reflexión colectiva en torno a los lugares y los movimientos, para generar maneras de representar una serie de trayectorias vinculadas a contextos; o como medio de reconocimiento, de nuestro lugar en el entorno, de nuestros cambios y experiencias en relación a los territorios.  La cartografía social, nos lleva a comprender que existen formas muy diversas de vinculación con los lugares, con los territorios, con la naturaleza, con la propia historia. Las cartografías sociales revelan y se producen a partir de conocimientos situados y muchas veces, son maneras de contraponerse a concepciones del territorio, impuestas por el Estado, por la idea de Nación.  De tal manera, una cartografía social como proceso, es también una manera de aprendizaje colectivo, de reflexividad compartida que permite a los habitantes de un lugar reconocer su existencia en relación a su devenir y a múltiples dimensiones temporales. La cartografía une diferentes narrativas, memorias y recorridos.

Si reconocemos que nuestra relación con los lugares es también emotiva, creativa, y que existir es siempre un movimiento imposible de ser contenido. Qué otros lenguajes cartográficos son posibles. La propuesta de una Cartografía poética, plantea integrar relaciones, dimensiones temporales y lenguajes. La cartografía como un artefacto relacional, que propicia no solamente deducciones sino abducciones, maneras intuitivas de comprender la complejidad.  La cartografía poética es un dispositivo que puede activarse, que abre posibilidades, genera sensaciones, motiva acciones.

La cartografía poética está engendrada por el deseo, por la agencia; realiza una integración entre los lugares y los sujetos, entre sujetos y objetos, entre energías y memorias, entre deseos y saberes. Vincula lo íntimo y lo colectivo. Nos propone maneras diversas de sentir, percibir, conocer y reinventar el mundo.

Somos caminantes y nuestra existencia no está limitada a un lugar. Conocemos desde una experiencia encarnada, desde un movimiento de nuestro cuerpo; dibujamos trayectorias invisibles que se van entretejiendo con otras para co-crear una malla vibrante y densa.

Creamos relaciones emocionales, sensoriales y poéticas con los lugares, generamos texturas en el mundo. A su vez, el lugar nos atraviesa, nos eleva y nos abraza. Las cartografías poéticas, dan cuenta de esas situaciones tanto carnales como inaprensibles, muestran las paradojas y alientan nuestra curiosidad de caminantes de mundos deseados.

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